Messika abrió sus puertas por primera vez en París en 2005. La firma está dirigida por Valérie Messika, hija del célebre comerciante de diamantes André Messika. Exaltar en todas sus formas la magia detrás de los diamantes, trascender los límites y esforzarse constantemente por alcanzar la excelencia son los valores fundamentales que se han transmitido de padre a hija. La diseñadora de joyas Valérie Messika contrasta la delicadeza de los diamantes con un ADN único que caracteriza su marca.  De manera instintiva, cada diamante le inspira un estilo o un diseño únicos. Formas, motivos y técnicas se seleccionan según el criterio imperante de realzar el carácter único, la calidad, el tamaño, la pureza y los matices de esta preciada gema.