Una de las marcas de alta gama más sonadas de los últimos años, nos adentra en el espíritu bohemio del lejano oeste, con el lanzamiento de su nueva colección de alta joyería “Born to be wild”. Donde una mujer conquistadora monta su corcel y emprende un viaje repleto de gemas rutilantes. Su creadora Valérie Messika  desarrolló una propuesta excepcional basándose en la naturaleza Las colección de alta joyería está compuesta por cuatro líneas: Bohemian, Snake dance, Diamond Catcher y Wild Moon.

Snake Dance

Toma como punto de referencia al mítico animal del génesis bíblico. La serpiente tiene como hábitat predilecto  los desiertos norteamericanos. Al detallar la contrucción de las joyas Snake Dance  podemos resaltar el poderoso engaste en la gargantilla que se aside del cuello con hipnóticas ondulaciones elaboradas en diamantes con un magnífico juego de aretes.  Es casi imposible no ceder al encanto de esta versión moderna y femenina de Toi & Moi. 

Diamond Catcher

En esta línea resaltan sin lugar a dudas, los anillos de uno o más dedos,  aretes, brazalete de brazo y chokers dignos de un alma bohemia. Todos elaborados en oro blanco de 18 quilates y engastados con diamantes corte pera y brillante. Valérie Messika completa este juego con un anillo que envuelve el dedo, adornándolo con delicadeza y audacia.

Wild Moon

El centelleo lunar fue la clave que inspiró el collar Squash Blossom, su peculiar nombre alude a una joya ancestral que utilizaban los nativos americanos utilizaban en sus ceremonias. Con la forma de una luna invertida, este collar es uno de los símbolos más conocidos del mundo nativo americano. Se llama «Squash Blossom» por las astillas de las flores con las que se hace. Derivado de la inspiración morisca, esta pieza de joyería simboliza la granada.